En  pleno siglo XXI, más allá de las grandes conquistas por la Libertad y la dignidad humana, aun seguimos padeciendo la violencia de género, aun   el maltrato   de todo orden: psíquico, físico, económico y social. La violencia contra la mujer sigue oculto en un cono de silencio y ocultamiento.

En la Argentina, existen políticas intensas y esfuerzos sustantivos, que se han implementado, y se están ejecutando, para ayudar a las victimas del Maltrato. Contamos con canales efectivos para prevenir y resolver. Pero aun no alcanzamos los niveles necesarios, para evitar esta denigrante realidad.

Esta situación no solo afecta a sus victimas, incide en todo el ecosistema:  familiar, social, antropológico  y cultural;  en los niños que luego son hombres y mujeres, en los espacios sociales, donde transitan victimas y victimarios…

Es una historia antigua como la humanidad, que se pierde en la noche de los tiempos. Esto sucede  por innumerables causas, entre ellas: “patrones de comportamiento” encriptados en el inconsciente colectivo, que se arrastran de generación en generación, “modos de conductas” aceptados tácitamente, que producen pudor en las victimas. Estas conductas suelen estar incorporadas como “algo normal” y este comportamiento atraviesa a todos los pueblos, y a todas las clases sociales.
 
Necesitamos observar, observándonos, aceptar y accionar las realidades que nos afectan y se pueden evitar.

Los compañeros actores dirigentes desarrollan estrategias para enfrentar este problema y nuestra Obra Social cuenta con un equipo interdisciplinario de profesionales entrenados para asistir y prevenir  situaciones de riesgo, y  asistir a las victimas  y sus familias: trabajadora social, psicólogos, médicos.
Los esperamos, entre todos ya estamos transformando la realidad.

Directorio O.S.A.