Nuestro afiliado Tristán fue intervenido con una cirugía de cadera, y atento a la epicrisis indicada por los médicos (requerimientos de alta), se le brindó la internación  domiciliaria que consta de:

• Tratamiento kinesiológico 3 veces por semana. (Se cumplieron con fecha  Diciembre 19, 21,26, 28; Enero: 2, 4, 6, 8, 10, 13, 16, 18, 20 y 21. El 22 de Enero (según informa el Kinesiólogo, ya que a la OSA no se informó) se interrumpen las sesiones porque Tristán viaja a Córdoba.
  
• Enfermería diaria. (Control de signos vitales y curaciones)
  
• Consulta psiquiátrica mensual.
  
• Cama ortópedica, alza inodoro, silla de ruedas y colchón antiescaras.  Todo esto entregado por OSA y recibido en comodato  por su hijo Hernan Díaz Ocampo, en su domicilio de CABA.

El día 2 de enero Tristán tuvo una breve internación  para el control del cirujano y el día 3 de enero tuvo lugar la consulta psiquiátrica, que seguiría efectuándose como fuera indicado.

Sin haber comunicado previamente a esta Obra Social su traslado, lo que hubiera permitido organizar la internación domiciliaria requerida al alta por el cirujano, el día 3 de febrero la hija de Tristán solicita la internación en un centro de rehabilitación privado en la provincia de Córdoba.

Al  tomar conocimiento del traslado  Tristán fue ingresado en el padrón de la Obra Social de Actores en Córdoba y se le informó a su hija el listado de prestadores locales para la atención de su padre. 

La OSA posee un sistema cerrado de prestaciones, todos los afiliados se atienden dentro del mismo y las indicaciones de los médicos tienen que estar dentro del sistema, ya que no se realizan reintegros por fuera. En la provincia de Córdoba solo contamos con 27 afiliados, a quienes  les  brindamos cobertura a través de la obra Social del Sindicato SATSAID, con un convenio firmado ante la Superintendencia de Salud.

La decisión del traslado y de la internación en un centro que no está dentro de nuestros prestadores, fue unilateral e inconsulta por parte de sus hijos, no permitiéndonos la organización con antelación al traslado de los requerimientos del paciente, como tampoco el retiro de los elementos de la internación domiciliaria: la cama ortopédica, alza inodoro, silla de ruedas y colchón antiescaras, que la OSA continua pagando al día de hoy, sin recibir ninguna respuesta de su hijo, quién firmó el contrato de comodato.

Es muy doloroso para la OSA  la utilización de los medios para exigir prestaciones que no fueron indicadas y recibir acusaciones falaces cuando se está haciendo lo que corresponde.

Cabe aclarar que la Obra Social no cubre prestaciones sociales, da la cobertura de salud, como todas las obras sociales. Y que aún, a pesar del estado de emergencia que atraviesa la OSA en estos últimos 4 años, realiza un enorme esfuerzo para mantener su sistema solidario de salud y garantizar la atención de todos y todas sus afiliados en un momento de crisis aguda como el que está viviendo nuestro sector debido a la falta de trabajo generalizada.